¡El verano está a la vuelta de la esquina, al igual que los días más largos con más horas de luz solar!
La mayoría de nosotros terminamos afuera con más frecuencia en los cálidos meses de verano, y eso puede exponer nuestros ojos a una gran cantidad de radiación ultravioleta dañina del sol. Por eso es tan importante usar anteojos de sol que bloqueen los rayos UV (aunque en realidad deberíamos usarlos todo el año cada vez que salimos al aire libre en un día soleado).
Rayos UV Contra Nuestros Ojos
Incluso cuando no estamos mirando directamente al sol, aún puede afectar nuestros ojos. Incluso podemos quemarnos con el sol en la superficie de los ojos (llamada fotoqueratitis) de la misma manera que nuestra piel puede quemarse con el sol. Los síntomas incluyen lagrimeo, enrojecimiento, visión borrosa, sensibilidad a la luz y una desagradable sensación arenosa al parpadear. La fotoqueratitis también es una preocupación importante para los esquiadores y practicantes de snowboard gracias a la forma en que la luz del sol se refleja en la nieve, y las playas de arena pueden crear el mismo efecto.
El daño de los rayos UV es acumulativo
Cualquiera que sea la exposición a los rayos UV que tengamos, se acumula a lo largo de nuestras vidas. Cuanta más exposición a los rayos UV reciben nuestros ojos, más corremos el riesgo de padecer condiciones que amenazan la vista. como cataratas y degeneración macular a medida que envejecemos. También nos volvemos más susceptibles a afecciones como la pinguécula, caracterizada por protuberancias amarillas o blancas que se forman en la parte blanca de los ojos, y el ojo de surfista (pterigión), que es un crecimiento excesivo del tejido transparente en la parte blanca de los ojos sobre el iris.
La protección que obtenemos de las gafas de sol
La principal prioridad que debemos tener al elegir un par de gafas de sol es la eficacia con la que protegen nuestros ojos de la radiación UV. Los objetivos de la moda pueden venir en segundo lugar. Asegúrese de revisar la etiqueta para ver cosas como “bloquea al menos el 99% de los rayos UVA y UVB” antes de comprar un par. También preferimos gafas de sol con lentes más grandes por la cobertura que ofrecen.
Una opción que puede resultar más cara pero muy efectiva son las lentes polarizadas. Funcionan como las persianas de las ventanas pero a nivel microscópico, bloqueando la luz que entra desde ciertas direcciones, como el resplandor de otros autos en el tráfico o la superficie del agua en la playa. Verifique si las lentes están polarizadas mirando su teléfono a través de ellas y luego girándolas. ¡Si los colores cambian, las lentes están polarizadas!
Otras formas de minimizar la exposición a los rayos UV
Las gafas de sol no son la única forma en que podemos proteger nuestros ojos (y nuestra piel) contra la exposición a los rayos UV. Otros incluyen:
- Evitar estar al sol durante las horas más luminosas del día.
- Aplicar protector solar regularmente (particularmente uno aprobado por dermatólogos).
- Usar sombreros de ala ancha para protegerse los ojos y la cabeza.
¡Busquemos su mejor equipo de protección solar!
Nos complace ayudar a cualquiera de nuestros pacientes que deseen recomendaciones sobre anteojos de sol. Algunos son mejores que otros para ciertos tipos de actividades al aire libre, y es posible que desee considerar anteojos de sol recetados, lentes de transición o broches que puedan reemplazar sus anteojos normales. ¡Contáctenos para programar una cita!